60 minutos menos para vivir

El tiempo es la imagen
de la eternidad en movimiento.
Platón
Siento que las agujas me persiguen mientras esquivo los números.
Tic tac
tic tac
tic tac
un eco resuena en mi cabeza.
El día es más corto y el mate se lava antes de lo esperando.
La noche es más efímera y me acaricia el Sol demasiado rápido.
Son más cortos los momentos para abrazarse, para hacer fiaca, para untar una talita o para declararse.
Y la vida… ¿Qué?
¿Qué es lo que le sucede al reloj? ¿Qué es lo que nos sucede?
No entiendo esta nueva moda...
Resulta que así como así a un fulano se le ocurre adelantar el reloj, para aprovechar las horas de Sol. Un sábado todos vivimos una hora menos, como rompiendo la brecha temporal que no existe, pero a la cual estamos acostumbrados.
¿Dónde fue esa hora que no existe?
Podría ser una sensación psicológica, pero creo que a mas de uno le habrá pasado esto de sentir que “alguien” se robo el tiempo, que hay una hora menos cada día para hacer o dejar de hacer.
Y me absorbe continuamente esta abismal sensación de sentir que ya se me paso el día, que todo es corto, que nada dura, que es efímero y que las agujas se adelantan o se atrasan como si nada.
Y la vida… ¿Qué?
No creo en el tiempo y no creo en los relojes, pero es evidentente que con este temita de adelantar la hora, todo se pasa mas rápido y me encuentro constantemente con la frase ¿Qué? ¿Esa hora es ya? la cual termino casi gritando, media espantada.
¡Pero si recién se fue el sol! – digo, obviamente, en tono de queja -.
Y la vida… ¿Qué?
Ya mastique varias teorías del eje de la tierra, de la brecha espacio-temporal, del espiral evolutivo hasta de la física. Okey, el tiempo no existe, pero si hay un ritmo circadiano, un reloj biológico, que parece acelerarse año tras año, sin que nosotros podamos hacer nada.
Frases como las siguientes se escuchan todo el tiempo:
“Ya estamos en navidad, no lo puedo creer, como paso el añoo”
“¿Cómo que el nene cumplió cuatro años? Parece que fuese ayer cuando gateaba”
“Hace cinco años que egresamos, entienden?” (Si, esa fui yo).
“Que increíble ya pasaron diez años de su muerte”
Y un sin fin de etcéteras que marcan este acontecer precipitado de las agujas.
¡Que alguien ponga STOP en el control remoto! ¡Empecemos a atrasar los relojes!
Y la vida… ¿Qué?
Muchos proverbios y enseñanzas dicen que lo único que no se recupera es el tiempo perdido. A lo mejor lo bueno de toda esta cuestión temporal, es darse cuenta de que la vida pasa rápido y que las cosas que no hicimos y no dijimos a veces pueden no ser hechas ni dichas, nunca.
Si, si suena a libro de autoayuda pero hay momentos en que realmente me lo pongo a pensar porque siento que cuando uno mira para atrás, muchas veces es tarde.
Y así pasa la vida, las personas, la oscuridad, la luz y el reloj, se acelera.
Sesenta minutos menos para vivir…¿Quién? ¿Quien se robo el tiempo?

N.P.S
07/01/08

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