Atrapado en mi Libertad -- Patricio Rey
Un día, él iba caminando. Solo como siempre. A su alrededor hacia calor, todo era oscuro e insoportable. El no entendía el porque de su desdichada vida pero sin embargo seguía respirando. Cuenta la leyenda que, cuando el planeta se partió en dos, como se corta una manzana al medio, él cayo. Cayo al infinito, a la nada, al vacío, a la eternidad. Cayo y nunca resurgió, jamas. Se reabsorbió. Quedo como un triste loco, encerrado dentro del mundo. Las capas de unieron y el no puedo salvarse. No pudo saltar por que no puedes volar tan alto cuando tus alas están rotas, igualmente tampoco lo intento. Entonces, termino por resignarse. Encerrado en el mundo y a la ves en su mundo, subsistió, sobrevivió, murió, reencarno y siguió viviendo. No se si algún día encontró compañía. Sus únicas amigas eran las voces de su conciencia, los personajes de su alma. Ella intento buscarlo pero él se alejaba....por que sabia que no estaba solo dentro de aquel infierno y sin embargo cada ves que oía su vos, corría desesperadamente como si ella hirió a lastimarlo ¡Que ignorante!. Ya bastante lo habían lastimado el mundo, las personas y hasta Dios. Ya nada podían herirlo mas de lo que ya lo habían herido. Ella corrió pero nunca lo alcanzo, simplemente por que él....él no quiso.
“Siempre hay alguna puerta que aun no descubrimos”
N.P.S
4/2/05
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