Acierto o Error

Con este nudo indisoluble en el pecho
Me propongo escribir intentando calmar mi pena.

[Las agujas comienzan a caminar]
Llego como a las nueve y veinte de la noche. Y como de costumbre, ya no iba a ser bien recibido por ella. La ira y el desconcierto brotaban de sus venas y a esta altura ya no podía siquiera disimularlo.
Ella con la misma cara que utiliza hace semanas. Él con su tonta inocencia y su extremo positivismo, el cual tantas veces lo ciega de la realidad.
- Fue un mal entendido – grito él en el intento de justificarse.
¿Para que contar todo lo que paso? ¡No creo que sea necesario, ni siquiera posible!
Hay veces que las palabras no alcanzan para describir acontecimientos que se sienten tan internos e íntimos. Discusiones que son tan crudas y tan crueles, distancias casi definitivas que transformaran al otro en un perfecto extraño en unas pocas horas.
Todo sucedió, casi de golpe y sin tiempo aparente. Y como toda buena pelea pasional, uno o ambos individuos, terminan llorando. En este caso, le toco a ella primero y a él después. Bah ¡Como era de costumbre en realidad!
La escena era casi trágica, porque a pesar de la angustia expresada por él, ella lo miraba desde un extremo de la cama sin hacer nada. Indiferente o superada por la situación.
Parecía que las palabras hubieran dejado de formar parte de su universo.
Ni siquiera se miraban.
El estaba sentado en el piso. Apoyaba la cabeza sobre sus propios brazos, los cuales descansaban sobre la cama de ella. Su llanto parecía el de un niño que perdió a su madre entre una multitud… o también el de un hombre desesperado ¿Por que no?
Ella lo miraba de reojo, con una mezcla de culpa y compasión. Pero no lo toco, ni siquiera intento palparlo. Lo miro, así como uno mira sufrir y sangrar al resto del mundo y no puede hacer nada. O mejor dicho, ya no tiene fuerzas para hacerlo porque siente que es inútil

[Las agujas comienzan a correr]
No puedo asegurar cuantos minutos pasaron, pero sé que no fueron pocos.
Él se cambio de posición, colocándose justo enfrente de ella.
Cuando parecía que la tormenta había pasado, se miraron, intentaron encontrarse pero no fue posible. Un lúgubre paño hacia de velo entre ambos.
Esta vez, él coloco sus brazos arriba de sus rodillas y siguió lamentándose.
Creyó que este era el final de una historia que prometía años y hasta tal vez, la eternidad.
A lo mejor soñar tan rápido, no es bueno. Ella lo sabía y ese era su peor defecto. El cual esta vez creyó tener calculado… ¿Fue realmente así?
Él de a poco se fue aproximando, vaya uno a saber porque. El ser humano es un extraño caso, que aun pocos logran entender. Habrá sido por miedo, por amor o por simple inercia o impulso.
Luego del llanto, los gritos y la desesperación finalmente él coloco sus brazos alrededor de ella. Más específicamente rodeo su cintura y apoyo infantilmente su cabeza sobre su pecho. Tiernamente intento encontrar aquella compasión del calor maternal infinito.
Se apoyo, se acurruco y hasta pareciera haberse entregado.
El nudo en su pecho y la angustia que se habían ido acumulando comenzaron a disminuir.

[Las agujas se frenan]
Silenciosamente, y con algo de culpa, ella finalmente tomo su cabeza entre sus manos.
Lo acaricio lentamente. Sin meditarlo coloca su cabeza, sobre la de él como un gesto de consuelo y complicidad amorosa.
Aunque no lo parezca, el tiempo seguirá corriendo, como de costumbre.
Cuando ambos parecían haberse percatarse de esto, entonces se abrazaron.
Se miraron, se saborearon.
Tal vez entendieron que nada es eterno y decidieron aprovechar ese instante.
Ella coloco la palma derecha, en la mejilla derecha de él.
La palma izquierda, en la mejilla izquierda de él.
Observo sus profundos ojos verdes, rebalsados de agua salada y dolor.
Ella sabía perfectamente que el cielo estaba en sus ojos, cosa que jamás dejo de dudar.
Su esencia, su Alma pura, su sinceridad y su transparencia fueron valores que jamás ella osó poner a prueba.
Mientras tanto, él también la observa sutilmente y de un momento hacia otro sus bocas se fusionan.

[Las agujas giran furiosamente]
Rápidamente el sabor de las lágrimas penetro en los labios de ella. En sus labios resecos de ira, de noches desveladas y de pasión por él ser que tenia enfrente.
Se humedecieron los labios, y así comenzaron a acercarse lentamente.
El reino del silencio se apodera de sus Almas y los besos fueron la única manera de expresar lo que sentían.
Los roces son a cada segundo más intensos, más largos, quizás hasta mas sangrientos.
Emerge de ellos una música clásica casi angelical.
O una melodía trágica, como la de Réquiem…¿Como dilucidarlo?
Si uno mira fijamente, se puede notar el claro alo que envuelve a ambos.
La esencia y la energía primordial que los comanda.
En eso si, son iguales.

[Las agujas parecen haberse inmovilizado]
Cuando el amor es real y sincero, parece ser que el tiempo no existiera.
Pero la gran pregunta era si su amor era sincero o si el reloj les estaba jugando un perverso destino.
Se distraen por un momento del tic-tac.
Él se enreda en su lengua y ella se pierde en su aliento.
En algún tic-tac, que tal vez no existe, se separan.
Se miran nuevamente, se conocen e intentan reconocerse.
El uno al otro, y a si mismos también.
¿Por qué es tan difícil aceptar? piensan ambos. (Aunque no lo digan. Yo lo sé.)
Entonces, se sueltan las manos, se alejan las bocas, se dispersan las miradas.
Todo parece indicar que el miedo los abrumo, o que algo estuviera haciendo que se miren como dos desconocidos.
Pero no.
Él se para y extiende su mano hacia ella.
Ella lo mira y un tanto dudosa, toma la decisión de aceptar aquella opción y finalmente se levanta.

[Las agujas caminan en dirección inversa]
Se unen las manos y comienzan a caminar.
La tensión parece haber disminuido, pero la energía de ambos es baja y desnivelada.
Ella se siente inútil, neutra, resignada y muchas veces culpable.
Eso le enseñaron, de esa leche mamo.
Él esta un tanto resignado, supongo.
Pero tiene una fuerza increíble y unas ganas que asustan.
Por eso ella lo admira en secreto.
Cambian de ambiente, intentan cocinar algo.
Muy dentro suyo, ella sigue pensando que esto es inútil. A lo mejor su parte negativa esta aumentando a diario. Tanto, que se esta apoderando de sus propias decisiones.
Yo la entiendo, no es fácil. Cuando todo a tu alrededor se derrumba, es difícil mantenerse en pie.
Yo conozco su vida, conozco su lucha, conozco sus historias y la conozco tanto internamente, como si ella sintiese a través mió.
Pero los de afuera, no la entienden y la llenan de etiquetas.
Como él cuando la apoda de intolerable, de negativa, de necia, de cerrada.
¿Cómo juzgar a una persona que conoces hace solo siete meses?
¿Cómo juzgar a una persona si apenas podes percatarte de sus anteriores veinte un años de vida?

[Las agujas invierten su dirección]
El tiempo corre sin piedad.
A él nada le importa.
Porque el sabe como hacernos creer en su existencia.
Todos nosotros tenemos un mismo destino.
Irreversible. Inalterable.
Por eso corremos. A veces no sabemos detrás de que, pero corremos porque sentimos que si no, no vamos a llegar a tiempo.

Estas agujas…
Se empezaron a oxidar.
Se descascaran.
Se rompen.
A pesar de ser demasiado pronto.

¿Valdrá realmente la pena rearmar el reloj?
¿Volverán ellas a marcar la hora precisa?


Nada en este mundo esta errado.
Hasta un reloj parado, acierta la hora dos veces al día.


N.P.S
12/03/07



“…Hay un pozo profundo en la esquina del sol
Si caés, la vida te muele a palos
Tengo rabia que todo se pase y adiós
mi pelea es por estar a tu lado
Cuando vos decidís elegir la razón
Yo prefiero siempre un poco de caos
Soy tu reina, soy tu perra, soy tu esclava y soy tu amor
Soy tu espejo mirando el otro lado…”
Fito Paez

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