¿Para que?

A quienes me preguntan la razón de mis viajes
les contesto que sé bien de qué huyo
pero ignoro lo que busco.


Definitivamente, voy a huir de esta ciudad gris, sobrecargada y olorosa.
No ahora, claro… pero así como tenga el titulo en la mano, al lado tendré el pasaje.
¿Hacia donde? No lo tengo aun decidido, pero sé que ya nada me ata a este lugar físico.
Lo único que me produce una profunda tristeza, son mis padres y a lo mejor algún que otro familiar.
Pero llego la hora de dejar de pensar en el resto y empezar por una puta vez en la vida, a pensar en mí.
Basta de ser la comprensiva, basta de ser la que siempre perdona, basta de ser la sometida, la que se calla, la que otorga, la que sangra por culpa del resto, la que llora por las penas ajenas, la victima del cuento...
BASTA.


Hoy es el punto de quiebre donde yo digo realmente BASTA porque no quiero esta calidad de vida. Debo aprender a respetarme, a valorarme y a aceptar de una vez por todas que la gente es una mierda y que nada les importa más que ellos mismos.
Si, hay escasos casos que por suerte, son diferentes.
Y a esos casos, los llevare en mi corazón y los seguiré viendo cuando podamos.
Por eso voy a irme…siempre dije que nunca me iría lejos por mis amigos.
Porque me gustaría verlos recibirse, casarse, formar familias, que nuestros niños naden juntos en la pelopincho que papa Noel les regalo…pero son solo utopías que debo descartar de mi fantasiosa mente.
Ya no estoy tan convencida de que vale luchar por ellas. A veces hace falta ser un poco racional y calculador, si no seguiremos flotando eternamente.
Los amigos ya casi no existen. El Internet suplanto, de una manera implacable y avallasadora, al teléfono y hasta al celular que no es mas otro gran anzuelo tecnológico, que todos los putrefactos peces siguen mordiendo!.

Ya no hay salidas, ya no hay mates, ya no hay palmadas en el espalda, ya no hay lagrimas, ni siquiera hay risas…entonces me pregunto ¿Para que quedarme?
Si puedo ser feliz lejos de todo este ruido, de todo este humo, de toda esta gente que camina sin saber adonde va! Lejos del aire impuro, de las frías pantallas, de la inseguridad, de la comida artificial, de los ríos contaminados y la noche…la noche con tan pocos ojos, Señor! Si ustedes verían la cantidad de ojos que posee el espacio realmente, son infinitos, tan infinitos y bellos que dan miedo…pero claro, nunca jamás podrán ver los ojos de la noche viviendo en una ciudad como esta donde las bombitas de luz opacan la belleza del abismal espacio que nos cubre.
Desde acá, vemos una pantalla de la cual encima somos cómplices! Una vergüenza.
Voy a partir y nada ya va a atarme.

Dice Charly, que cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada. Y creo que tiene mucha razón.
A lo mejor, vos mi amor que sos mi sombra, me acompañes. De no ser así, partiré de todas formas. Ya no le temo a la soledad, ya no.
En este momento me siento casi poseedora de una fecha de vencimiento, me siento como un fantasma entre la gente. Hubo un quiebre en mi y evidentemente en los demás para conmigo.
Y ya no me interesa lo que me puedan decir, porque ya no les creo nada. Si yo me voy, nadie se va morir (es una manera de decir, por supuesto).
Si yo me voy, todos me van a hablar por Internet que en definitiva es lo mismo que hacen ahora. Seguramente se van a hacer los que me extrañan, llenándome de mails dulces…que falsedad por favor, debería darles vergüenza.
Me extrañan y cuando llego no son capaces de levantar el teléfono, y mucho menos de compartir un mísero mate.
Hipócrita es la gente, y lo será siempre.


Tomare mi camino entonces, pateare en la ruta como buena buscadora.
Encontrare mi lugar en el mundo y allí asentare mis raíces.
Quien quiera venir, que venga. Pero esta vez, voy a restringir mas las entradas, ya no voy a ser tan permisiva, porque no soy tan pelotuda y ustedes lo saben.
Seguramente, conoceré nuevas personas, nuevos amigos que espero, valgan la pena.
Y si no, tampoco me interesa demasiado a esta altura.
Sé quien soy, sé lo que quiero y mientras camine, iré encontrando el resto.
Pero sobre todo, cada día que pasa me doy cuenta realmente quienes son los que me quieren, quienes son los que caminan y quienes son los que sacaran un pasaje…
O quizás, yo saque el pasaje para venir a ver a ellos. A esa minoría que vale la pena y que aun, puede, palparme el Alma.
Gracias a ellos.

Todos los demás, pueden evaporarse, me es completamente indiferente (o espero que lo sea algún día).
Y si piensan que esto es un reproche, si lo es, con mucha justificación y sinceridad.
Como todo lo que hago.
Vivir en la tierra es caro, pero ello incluye un viaje gratis alrededor del Sol cada año.
Y eso es gratis.

N.P.S
05/02/07

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