Autoanalisis

Me gusta irme por que se que vuelvo. A veces vuelvo.

"En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser."
Shakespeare


¿Que hacer cuando tu propia vida te llama tanto la atención al punto de enloquecerte?
Que extraño es pensar que uno puede enloquecerce, por uno mismo.
Es decir, autoenloquecerce.
Yo pienso tanto, tanto en mi pasado, en mi presente.
En mi futuro, ya no, por que aun no llego. Es decir ¿Por que preocuparme? Ya habrá tiempo para eso.
Al saber que el tiempo no existe, ya no me preocupa. Pero mi pasado, todo.
No este solamente, si no los demás, del los cuales casi nada recuerdo ya.
Pero están, igual están. No en mi mente. Si en mi alma.
Están presentes como sombras. Hay un velo entre ellas y yo. Se que están por que las siento.
A veces siento que no puedo conmigo misma. Es como leer la biografía de alguien y sorprenderse.
¿De mi yo, de mi otro yo, de mi misma, de uno mismo? A esta altura, y si (es así). Es lo que me pasa. Trato de entenderlo y me enredo mas, para que ¿No?. Si total la vida sigue transcurriendo y el mundo va a girar igual. Es ilógico. No siempre. Igual.

A veces me sorprende la vida, las personas, todo me sigue sorprendiendo. Y por eso me sigo sintiendo viva. Creo que el día que algo deje de sorprenderme, entonces voy a abandonar este mundo en busca de otras dimensiones, donde si haya algo que tenga la capacidad de sorprenderme. Pero aun, aun me queda tanto camino por recorrer. Aprender. Crecer, morir y renacer. Todo el tiempo, constantemente. Eso es la vida. Mi vida y mi muerte. Efímeras. Constantes. Fugaces, como estrellas, como todo. Como nada.

Vuelvo a mi vida, otra vez. Tengo la manía de la introspección. Tengo ojos para mirar el mundo exterior, pero casi como una misión o una prueba, debo mirar todo para adentro. ¿Será un ley de evolución? Seguramente. Mas miro hacia adentro y mas entiendo el afuera. Igual me cuesta, me enredo, me piso, no me entiendo yo misma. Todos mis yoes, discuten para ver quien tiene razón. Todavía no comprenden que todos son el mismo. Yo si lo entiendo, pero ellos no.
Pero es que la gente también es culpable. Yo me siento, así, por la gente (además de todo). Ellos son el complemento ideal, para incrementar todas estas cosas en mi. Que sos mágica, que sos única, que sos mi guía, mi Dios y que me cambiaste la vida (etc). O sea. Me cuesta. Suena pedante, pero es la realidad. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio (Serrat dice). Yo me autoanalizo. Me planteo por que la gente opina eso de mi, por que me hacen sentir diferente. Realmente lo soy o es que la gente esta equivocada. No puedo, no se. Se que son cosas buenas, de las cuales tendría que estar orgullosa. Pero no, es decir, en el fondo me hacen pensar todo el tiempo el por que.

Decía, punto y seguido. Que no puedo. En realidad estoy mal ya, por que decir “no puedo” es limitarse. No. No me gusta eso. Nunca acepte limites, ni creo haberlos impuestos. Que se yo.

Ahora busco en la luna, sus ojos. Esos ojos. Pero no están. Solo encontré palidez y soledad. Me aturde la soledad, me ciega la palidez de él, de ella y de mi misma. Veo su voz e intento escuchar sus ojos, pero no puedo. Es que alguien me esta hablando, interfiriendo entre el todo y yo. Entre yo y el Maestro. No se, si es él, seguramente. ¿Lo sabre? ¿Por que tengo q preguntarme todo? ¿Seré demasiado indecisa? ¡Que paradoja, lo digo preguntándomelo!. Es que no me había percatado, que la luna ya no esta. Yo pienso en ella, y ella se va. No creo merecérmelo, pero es así. Siempre es así y no lo digo de exagerada, pero es la verdad. La realidad no miente, jamas. Puede ser cruda, fea, injusta, pero es la realidad.

Ahora suenan en mi sien, los fractales. Que hermosa es la música. Es algo tan imponente, tan perfecto. Los sonidos, los tonos, las cosas que no oímos pero si escuchamos. Es increíble. ¡Que invento tan maravilloso! Que creación tan especial. Una vez, leí algo así como que, si no la música no existiera, habría más motivos para volverse loco. De hecho, así es, creo yo. Depende de donde se lo mire, todo depende. A todo ser humano le gusta la música. ¿Que ser humano me puede negar que le música no lo emociona? ¿No lo identifica? La música es la voz de Dios, del alma del cosmos. Es todo tan subjetivo, tan “tan”. Si, como el caso de neurofisiologia, ya lo creo. Yo lo creo.
Estos sonidos, tan extraños. Siento que me dan vuelta el cerebro. Son huecos, son como vacíos en el espacio. Me dan pánico. Pero me gustan. Es como dice Freud, el masoquismo, la culpa, mi super yo que castiga al pobre yo, que se entrega.

Espacios, espacios en blanco. Espacios que no se llenan, vacíos eternos. Espacio, donde esta el universo. Es como el líquido cefaloraquideo. Si, así floto yo. Como el cerebro en él. A pesar de dicha fragilidad y sutileza, ya nada puede lastimarme, por que el me cubre. Como a todos. La diferencia esta, en que yo lo sé y otros no. Luego disparan y tocan triángulos de cristal. Eso siento. Vestigios del ser humano que fui antes. ¿Retroceso? ¿Muerte?. No puede ser. Yo soy la luz, como puedo oscurecerme, ¿cCmo?. No, es que estoy equivocada. Si puedo. Como todo y como todos. Me empolvo, me embarro, me ensucio pero siempre atrás del carbón, se esconde el diamante.

Yo me sentía una flor de loto, que había nacido en el medio del barro. Estaba en la superficie y de golpe ¿Que paso?. Fue una rana (verde). Me salto justo encima, ahora me hundí (solo un poco). Algunos dicen que esta bonita flor que se lanza fuera del lodo, simboliza la aparición de un ser despierto de la suciedad, del caos y de la ilusión del mundo humano. Pero claro, es eso. me desperté (quizá nunca me dormí) y aun me siguen costando ciertas cosas. Recién decía por ahí, lo siguiente: “Algunas plantas primero florecen y después producen frutos, mientras que en otras, los frutos aparecen antes de las flores. Algunas generan apenas una flor, pero muchos frutos, otras dan frutos sin florecer. De este modo, hay varias especies de plantas, pero solamente el loto produce flores y frutos simultáneamente”. Y claro, es muy difícil entender esto. Más difícil es vivirlo en carne propia. Extraño. Depende.

Por otro lado encontré este pasaje, hermoso: “Cuando el sol deje de iluminar, La vida empezara a cambiar, Y el hombre al fin dejará de pensar, Para ponerse a sentir, Porque el hombre murió el día que nació, Porque solo amo de corazón cuando abrió los ojos, y vio el sol”.

Me gustaría seguir escribiendo, por toda la eternidad. Pero eso es mucho. Así que por hoy, aquí termina mi sesión. Muchas gracias y hasta luego.

N.P.S
09/10/05

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