* El dedo acusador *

- Todos me apuntan con este dedo
menos los mancos, que lo perdieron -


¿Quién dijo que el patito feo no era feliz?
A lo mejor, su soledad lo hizo más fuerte. Por ende, aprendió a amarse a si mismo, a conocerse y a disfrutar más de la vida que el resto de los patitos.
¿Quién dijo que la oveja negra del rebaño es la que da la peor lana?
Seguramente, por sentir la injusticia y la discriminación en su sangre, entrega al mundo lo mejor, sin rencor y su lana se asemeja al más sedoso algodón.
¿Quién dijo que los errantes descarrilados están perdidos?
Podrán no tener un rumbo fijo o un destino determinado, por que no se limitan…pero ¿Quien dijo que caminar en línea recta es lo correcto?.
-- Nadie --
Pero la gente, sigue a la masa, por que no piensan por si mismos. No se son fieles.
Es mas cómodo hacer lo que los demás hacen y encima es fashion.
¿Por que se reprimen, no se permiten, no viven?
Si, conozco perfectamente los mecanismos de defensa de nuestra brillante mente.
Pero uno siempre puede auto desafiarse. Digo, me parece que estaría bueno romper el molde cuando la asfixia nos pone morados, en cambio de seguir conteniendo nuestras nauseas eternamente. Si nadie nos lo impide ¿Por que no hacerlo?
Lo más triste de este tipo de personas, es notar que la vida los vive a ellos…casi, sin que ellos se den cuenta. Y si se percatan, tampoco intentan cambiarlo. Se quedan inmóviles, mirando como sus sienes se vuelven plateadas, pero no se corren de ese lugar, por que les es cómodo.

** ¿Por qué no quiere la gente que una sea diferente?.
Yo se bien que tengo mala reputación, haga lo que haga es igual todo lo consideran mal. ¡¡Siempre tengo yo que meter la pata!! Y me encanta hacerlo, por que soy una provocadora. Y no provoco al pedo, sé que al menos, puedo hacer un clic en muchas mentes humanas. Despertar conciencias, no es una misión fácil, pero es mi pasión.
¡Yo no pienso pues, hacer ningún daño, queriendo vivir fuera del rebaño!.
Todos, todos me miran mal, salvo los ciegos, es natural!
Toda le gente de mi habla mal, menos los mudos, claro esta!
Y todos vienen a patearme, menos los rengos, por que se caen!
Aunque no molesto a las personas, si elijo caminos que no van a Roma…
Y eso, percibo, es lo que molesta. No caminar con ellos, los irrita.
Definitivamente, no la gente no gusta que, uno tenga su propia fe.
Y no hace falta saber latín, yo ya se cual será mi fin.
¡En el pueblo se empieza a oir, muerte, muerte a la villana vil, que esta ya se cogio a mil! ¡Todos vendrán a verme colgada…menos los ciegos, que no ven nada! **

Después de veinte un años, comprendí lo siguiente:
Cuando alguien te apunta con el dedo y te señala, uno tiene que ser mas vivo y no amargarse.
Ósea, el punto es darse cuenta, que cuando alguien te señala, en realidad se esta señalando el mismo. Uno seria una especie de espejo, donde el otro, de manera inconsciente tal vez, se esta reflejando. Digamos, proyecta y desplaza sus propias miserias, defectos y carencias en un otro.
La yema del dedo apunta hacia uno, por ende uno cree que esta siendo discriminado, acusado o prejuzgado. Y como uno es sensible, y desea ser aceptado, se pone mal.
Pero en realidad, ellos no se dan cuenta, que lo que apunta hacia ellos son las venas. Y dentro de las venas vive de inquilina, aquella sustancia roja, tan intima y particular como el alma misma.

(“Nuevamente, la princesa, se perdía entre la gente”. Aunque siempre, seguía siendo diferente, sin dejar de poseer ese extraño Don de imantar a los demás, misteriosa y efímeramente.)

N.P.S
18/10/06

** Algunas frases han sido extraídas de la canción “La mala reputación” de Georges Brassens.
“Nuevamente la princesa, se perdía entre la gente” pertenece a la canción Colombina, de Jaime Roos.

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