La con-fusión esta clarísima

* La Lucidez es un acceso de locura, pero al revés *

La vida.
Tan eterna e infinita, tan efímera y fugaz.
Tanto por hacer
por aprender
por comprender
por buscar
por encontrar.
Por Ser.
Por re-conocer.
Hoy en una de esas noches, en que comprendo tanto la vida, que siento enloquecer.
¿O será, tal vez, por que no entiendo nada?
Sabiduría o ignorancia, que gran dilema.
Realmente, no lo sé.
Si sé que no puedo contener la emoción que hay en mi pecho.
Esa misma sensibilidad, que se somatiza, como agua salada que emana de mis ojos.
Si sé que se me hace imposible dejar de admirar la pálida belleza de la luna,
y también sé, que no encuentro nombre para tantos sentimientos que desbordar mi mundo.
Tu mundo.
El mundo todo.
Por que todo es nada.
Y la nada, es parte del todo.
Por que todos somos uno.
Por que la individualización nos aleja.
Por las nuevas comunicaciones, nos incomunican.
Por que la globalización, nos separa.

Por que la vida es asombrosa.
Por que realmente es un milagro que yo pueda estar escribiendo
y que vos, quien sabe cuando, estés leyendo esto.
Por que el tiempo no existe, por que el espacio tampoco.
Por que las palabras son tan precarias y los sentimientos tan intensos.

Es increíble que todo sea tan sincrónico
Karmatico
Paralelo
Simultaneo.
Es tan fantástico, como innegable.
La ley de causa y efecto.
La ley de polaridad, la ley de los opuestos.
La Ley.
La ley de causa y efect


La ley
Hoy es una de esas noches, en las que sin desenmarañar aun el por que, me puse a leer antiguas palabras, que muchos seres de esta tierra han decidido regalarme alguna otra noche.
O tal vez, era de dia. Quiza, tambien de mañana.
Y entre tantos recuerdos, encuentro re-cuerdos y otros, no tanto.
Trasnochadas cartas de amor, de esas que uno escribe cuando la luna tiene insomnio.
Antiguas promesas inocentes de amistades eternas.
Juramentos teñidos de ocre y sepia, pactos con sangre y alianzas convenientes de personas que más vale perder, que encontrar.
Marchitas rosas con espinas, aunque algunas estaban ausentes, casi todas.
Y digo casi, por que algunas no poseían espinas.
Claro, que me pareció extraño!
Extraño…hasta que recordé, que si no las poseían, era simplemente por que ellas quedaron incrustadas dentro del florero de mi Alma, justo en el limite entre mi piel y mi corazón.
También encontré, primitivas tarjetas de cumpleaños, de años sepultados en mi memoria.
Cartas resecas de mamá y papá, de los abuelos, de los primos y de todas las generaciones posibles que existan en mi conciencia.

Lagrimas rancias acarician mis mejillas.
Del ojo izquierdo, lagrimas de felicidad y emoción.
Del ojo derecho, lagrimas de nostalgia y decepción.
Letras, que formar palabras, que formar renglones, que formar las miles de hojas que conformar mi historia de vida.
Consonantes y vocales fusionadas, intentando expresar algún tipo de sentimiento, estado o emoción que esas personas, sentían por mí, o por ciertas situaciones.
Personas que han marcado etapas.
Otras que han marcado mi vida.
Algunas me han enseñado mucho, otras muy poco.
Almas que ahora son casi fantasmas,
fantasmas que no han podido desenredarse aun de sus propias telarañas
personajes que se clavan su propio aguijón y se ahogan en su propio veneno.
Y lo peor aun, o lo más bueno, mortales que son hoy perfectos desconocidos.

¡¡Cuantas cosas viví, cuantas cosas me pasaron en tan pocos años!!
En realidad, el termino “pocos” me parece muy limitado.
No creo en el tiempo, ni en la cantidad. Creo en la calidad y en la intensidad con la cual se viven todos esos “pocos” o “muchos” años.
Retomando, las “cuantas” cosas que vivencie, seria imposibles enumerarlas, contarlas, o simplemente intentar recordarlas.
Tantas complicidades, secretos, amores, errores, aciertos, causalidades…
¿Como condensar en palabras
como solidificar
como materializar en simples vocablos tantos sentimientos, experiencias, relaciones, encuentros, desencuentros, fantasías, ilusiones, muertes, nacimientos y un sin fin de experiencias?
¿Cuál es la terminología correcta que debo usar para hablar de mi historia, de mi vida, de la vida toda?
Tantas vidas, en una sola.
Tantas muertes, en una vida.
Y esto recién empieza, me dice el eco de una voz que no reconozco.
Calculo, que esa sepulcral voz, emanara de algún espíritu oculto en antiguas cartas que me miran, desde el piso, de reojo y con recelo.

Eso tal vez me asusta, o a lo mejor me pone más feliz aun.
Me llena de calor y beatitud, la simple sensación de sentir que soy.
Que estoy viva, que estoy acá.
Que peleo, que siento, que sufro,
que emano, que emerjo, que ilumino,
que amo, que soy calor.
Me eleva hasta el firmamento creer en mí
y por ende, creer en el mundo
y tener la certeza, de que estoy haciendo las cosas bien,
o al menos, lo mejor que puedo.

Por que amo al ser humano.
Por que ser es humano.
Por que amo a mi raza, por que muero por ella,
pero no mato, no mato.
La amo, con la misma pasión que la padezco.
Comprendo al ser humano, casi tanto como lo ignoro,
tal vez tanto como lo desconozco.

Algunas mañanas me siento tan parte del todo,
me siento fluir con el cosmos y soy una extensión de la nada.
Y algunos atardeceres, me siento completamente ajena e incomprendida.
Me siento única, perdida, desconectada, errante.

Tal vez, de eso se trate la vida.
Probablemente, eso me responda el creador.
Creo que voy entendiendo, de a poco y con paciencia
intuyo que me estoy acercando.
Y percibo que es así, sencillamente, por que sé que mi camino va en ascenso
y aunque muchas veces es desconsoladamente solitario
siempre que miro para abajo,
observo una caravana de miradas familiares
de Almas equivalentes y complementarias
que son más fieles, que la luna al sol.

Y esa idea tan recurrente y simpática
de que yo soy un camino, un imán, una guía.
Mis ojos, mi energía, mis dones supuestos
pregúnteselo a Dios en silencio y sin pensar.
Si no creen en él o no logran decodificar su respuesta,
entonces mírense al espejo, que es de material,
y descubran que todos somos uno.

Uno es la unidad.
Uno y nada más.
(Y eso que la nada, es todo)

Yo soy otro tú.

N.P.S
25/10/06

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