Reconexión

Creer en uno mismo.
Darse cuenta, abrir los ojos, despertar, tomar conciencia, iluminarse.
Traspasar fronteras, descubrir otros mundos (que por supuesto, están en este).
Entrar en nuevas dimensiones, redescubrir, reencontrar, reconectar.
Palpar con el ALMA, planos etéreos y astrales.
Sentir, con una certeza casi inexplicable para el que no la siente,
que TODOS SOMOS UNO.
Darme cuenta, de que las plantas, los animales, los minerales y cada célula esta viva, vibra, siente y también tiene una misión en esta tierra.
Es increíble el grado de conexión que puede existir entre una planta y un ser humano, entre un cuarzo y nosotros…es como cuando miramos a una persona y nos entendemos, sin emitir una palabra. Eso siento yo, cuando transplanto a mis plantas, cuando acomodo mis cristales o cuando juego con algún animal. Quien no sienta esto, puede buscar (y encontrar) estudios científicos referidos a todos estos fenómenos. Las cosas que yo he encontrado, son increíbles, parecen mentira. Pero uno se da cuenta, cuando las siente, que así son realmente.
La sincronicidad, la causalidad y las leyes universales, que parecen una broma incoherente, se presentan en la vida cotidiana con una naturalidad casi mágica.
Comprender que no somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual, si no que somos seres espirituales que estamos viviendo una experiencia humana, para aprender, para adquirir sabiduría a través de cada “vida”, para llegar a perfeccionarnos y volver a la esencia, de donde partimos, todos y cada uno de nosotros.
Leer, leer y seguir leyendo.
Ellos fueron mi base, mis primeros pasos.
Los libros me enseñaron muchísimo, gracias a ellos pude entender que solo vivir lo que cada uno de ellos relata, en carne propia, sufrir y disfrutar cada experiencia, solo eso me ha llenado de sabiduría y experiencia.
Acumular cursos, seminarios virtuales, páginas webs, fotos, dibujos, experiencias o relatos, durante toda mi vida, me hizo dar cuenta de que no estoy sola en este mundo y de que muchísima gente siente como yo y esta viviendo lo mismo que yo.
Antes yo pensaba, que simplemente estaban mal de la cabeza, y que no podía ser que esa gente viese tanta luz en un mundo lleno de caos, problemas, guerras, hambre y tantas cosas oscuras.
Con el tiempo, ese tiempo que no existe, por que fue en tan solo unos meses, me di cuenta…que el mundo que yo siempre soñé, y creí que no existía, es simplemente este.
¿Todavía alguien puede pensar, que todo eso tan exacto y perfecto es solo “casualidad”?.
Hay maneras de ver la vida, diversas formas de vivirla, de experimentarla, se sentirla, de sumergirse, de creer, de descubrir.
Todo esta al alcance de todos. Nadie es más que nadie.
Todos somos parte del mismo mundo, del mismo plan.
No hay mejores o peores, no hay buenos o malos.
Simplemente, hay gente más conectada, más cerca de la esencia en armonía con el plan divino y con las leyes universales. Más alineada.
Creer en uno mismo, decía.
Saber que siempre, hay una solución.
Darnos cuenta que todo en esta vida pasa por algo, que toda causa, tiene un efecto.
Que todo vuelve, por que todos somos uno, y herir al otro, en definitiva, es herirnos a nosotros mismos. Pero no quedarnos solo en la frase linda y decorativa.
Ponerla en practica, comprenderla, ejercitarla.
El tiempo, nos devuelve la respuesta a cada pregunta. Nada queda sin responder, si sabemos buscar dentro de nosotros mismos.
No existe la separación, la individualidad, el egoísmo. Solo son espejismos e ilusiones del hombre, que parece avanzan cada vez más en sus mentes.
Por suerte, no es tan así.
Hay muchos matices. El blanco rechaza todos los colores.
El negro, absorbe a todos ellos. La naturaleza, es sabia. Por eso hay matices, si no los habría, los colores no existirían.
Y este ejemplo, se plasma en cada célula viviente.
Reconectarse.
No es tan difícil, pero cada uno tiene su tiempo, su nivel evolutivo, su maduración.
A veces me cuesta creerlo, y me desbordan las ganas de mostrarles el mundo, aquel mundo que yo y tantos otros seres, vemos, aquel mundo en el cual muchos vivimos.
Hay quienes eligen, ser felices en la ignorancia. Y lo respeto. Por algo será así.
No estarán aun preparados, para poder ver “más allá”.
Hay quienes eligen, correr los velos y ver las realidades paralelas, formando ellos mismos, parte de ella. Y lo respeto.
Hay quienes eligen también, no guardar para si mismo todo lo que experimentan, sino reflejar su luz, hacia los demás. Por algo será así.
Pasión es misión.
No hay muchas maneras. Si muchos matices, por suerte.
Todos estamos parados en el mismo lugar, solo que miramos para diferentes direcciones.
Si escucháramos más a nuestra mente superior y dejáramos guiarnos por nuestro corazón, todos podríamos mirarnos.
Mirarnos, como esencias. Sin religiones, sin razas, sin edades, sin sexos, sin diferencias.
Simplemente, mirarnos.
Mirándonos, sin mascaras ni velos, nos veríamos reflejados en los ojos del otro.
El otro, que es yo.
Por que yo, soy otro tú.
Y tú, eres otro yo.
Y da impresión, es una sensación un tanto abismal y a la vez, placentera.
Es como encontrar la respuesta a muchas cosas, es como por fin tener la certeza de algo que sabíamos que existía pero no podíamos comprobar.
Entonces, por fin entenderíamos que todos somos uno.
Y estoy segura, que todos confiarían con certeza en aquella sensación, por que eso que estarían experimentando, lo sentirían con el ALMA
No se los estaría imponiendo ningún libro, ningún Dios, ninguna religión, ningún país…
Simplemente, es la reconexión con ustedes mismos despertándose y reflejándose en el que tienen al lado. Vos, como parte del todo.
Es hora de brillar guerreros.
Serán bienvenidos, todos y cada uno de ustedes.
Que la paz los acompañe.

N.P.S
2006

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