Ovejas sobre el riel

El tren andaba a toda marcha y fue allí cuando las vi. Era una tarde como cualquier otra, pero era esa tarde. Fue cerca de retiro y me sorprendí mucho ante tal echo. No se que hacían aquellas ovejas allí pero estaban (¿Delirio? ¿Alucinación?) ellas eran de carne y hueso. Eran tres, bastantes gordas y sucias. Una estaba sentada, otra comía pasto y la tercera estaba mirando a la nada, o quizá me estaba mirando a mi. Pense por un segundo que había enloquecido por completo ¿Qué harían tres inocentes ovejas en la vía del tren? pero me di cuenta al mirar nuevamente por la ventanilla que los futuros sacos, bufandas o guantes allí seguían. El tren no se detuvo y mi mente a la ves pronosticaba todo lo que pasaría. Si les pasábamos por encima, era más que obvio que toda la gente curiosa (y morbosa sobre todo) iba a sacar la cabeza por la ventanilla para observar tal escena. Por que es así, la gente es morbosa y asquerosa, aunque siempre intentan hacerse los finos y delicados, pero siempre que hay un accidente, sea cual fuere y donde fuere, frenan para mirar o se quedan por allí haciéndose los preocupados solo para ver sangre y demás restos. También seguramente estarán los disimulados, que de casualidad pasaban caminando por ahí (en realidad les aviso Doña Flora la vecina de enfrente) entonces se quedan horas mirando, mientras crónica TV mete la cámara adentro del cerebro de las pobres ovejitas mutiladas por el tren, en el que yo viajaba a mi casa. Quizá solo las pisábamos, y el señor conductor seguía camino.....es bastante impredecible lo que hubiera pasado, valla uno a saber.
Finalmente las perdí de vista, y cuando quise mirar mas allá ellas ya no estaban allí. Me agarre la cabeza y pense: ¿Dónde estarán aquellas dulces ovejas? pero nadie respondía. Quizá el tren ya las había arrastrado y en ese mismo momento, se encontrarían debajo de mis pies, o quizá algún niño tratando de dormirse las estaría contando, o quizá eran parte de la bufanda que la vieja que estaba al lado mío llevaba puesta con orgullo, o quizá ellas nunca existieron...


N.P.S
13/8/04

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