Repartir volantes

Nunca pense que repartir volantes, por las casas, por 176 departamentos, por MI barrio seria una experiencia tan particular, simple y misteriosa.
Empezando por el piso 22, el que toca las nubes, con los roces de antenas oxidadas y miradas perdidas, bajando como si un asesino me persiguiera, cada puerta que abria, de cada piso por el que pasaba tenia algo de particular, de familiar y de original. Cada una con su olor a comida, con sus muebles, su piso, empapelado, cuadros, flores, entre muchas otras cosas. Parecia que cada puerta que abria era un mundo diferente, un mundo distinto y a la ves, igual. Al bajar cada escalera, entre suspiros, sudor y pensamientos, mi cerebro pensaba el por que...el por que no se de que.
Luego me toco la recorrida alrededo de 20 manzanas, rodeando el barrio mitre. Observaba en cada puerta, plantas, cruces, letreros, perros...y me imaginaba como seria la familia que habitaba alli. Una ves más repito, y quisa piensen que estoy loca, pero es algo inexplicable las cosas que senti hoy, mientras el frio rasgaba mis pomulos, mientras mis guantes dejaban entrar ese aire tan helado de la calle, y entendi quiza, en parte, como puden sentirse los niños para los cuales la
calle es su hogar. Es algo raro repartir volantes, o mejor dicho la rara sea yo ¿A quien más se le ocurriria escribir acerca de esto??.


Para concluir, aca dejo una frase que encontre al lado de una puerta, en un departamento muy bien decorado que me llamo la atencion. Luego volvi a la noche, para copiarla
"La santa cruz, sea mi luz. No sea el demonio mi guia. Retirate Satanas, no me aconsejes vanidades, son malas las cosas que brindas. Bebe tu esos venenos ".

N.P.S
2/7/03


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